10 enemigos de la dieta

1. La ausencia de alguna comida: suele ser muy habitual sobretodo el desayuno, algo que es esencial para suministrarnos la energía necesaria para el inicio de la jornada. En realidad no debemos olvidarnos de ninguna de las cinco comidas diarias ya que si lo hacemos, lo que conseguimos es que la siguiente comida sea más abundante incluso la realicemos con mayor ansiedad

2. Suprimir algún alimento: aunque estemos realizando una dieta lo correcto es seguir una dieta completa y variada en la que aparezcan todos los grupos de alimentos. Lo que debemos disminuir es la ingesta de calorías.

3. Horario adecuado: es esencial mantener una rutina con un horario regular, sobre todo para evitar picotear entre horas o pasar largos periodos de ayuno.

4. Taquifagia o comer deprisa, con mala masticación de alimentos y que suelen ser ingeridos en exceso.

5. Abuso de bebidas azucaradas: bebidas gaseosas, zumos industriales, mezclas de lácteos con zumos… Lo que más aportan estas bebidas son calorías.

6. Dietas y productos milagro: dietas que no sirven para nada, la mayoría de ellas ricas en proteínas o con algún producto milagro y la mayoría de las veces con efecto rebote en las que lejos de aportar algo a nuestra educación nutricional, lo único que nos enseñan son falsas creencias.

7. Ansiedad y estrés: cuando estamos ansiosos o estresados, podemos escoger alimentos más calóricos y comer sin control alguno.

8. Tamaño de las raciones: la cantidad de lo que comemos es igual de importante que la calidad de la dieta, pues una alimentación saludable es aquella en la cual no sólo se comen alimentos nutritivos, sino también, se ingieren en cantidades adecuadas.

9. Alcohol: es un problema en sí mismo y también lo suele ser su acompañamiento. En sí mismo porque cada gramo tiene 7 Kcal, que está más cerca de la grasa que de las otras fuentes de hidratos o proteínas. Otro problema del alcohol es que normalmente se hace acompañar de comidas a modo de aperitivo poco saludables.

10. Bollería y dulces: mezcla de aceites y azúcares que además de haberse convertido en una de las principales fuentes de alimento en el desayuno y la merienda de los niños españoles, también gusta a mayores.